martes, 16 de octubre de 2007

De mil colores...



Elegir una camiseta vieja para no estropear la ropa y evitar la regañina.


Cubrir la mesa con periódico para no llevarme otra posible regañina.


Coger un trapo viejo en desuso.


Coger el tarro que en antaño usaba para limpiar pinceles y llenarlo de agua.


Abrir la caja y ver todos esos colores reducidos a un espacio tan pequeño.


Elegir indecisa por cual comenzar.Abrir todos los botes y disfrutar ante tantos colores.


Oler las temperas nuevas.


Elegir el pincel adecuado.


Mojar el pincel adecuado en el color elegido con indecisión.


Dar la primera pincelada de color.


Cambiar de pincel y de color.


Enjuagar pinceles, y escurrirlos sobre el trapo.


Seguir pintando con colores.


Mancharse los dedos y sonreir.


Disfrutar pintando con colores.


Dejar secar el linoleo y el papel.


Limpiar los pinceles y secarlos.


Cerrar los botes y colocarlos con esmero en su caja otra vez.


Tirar las horas de periódico manchadas.


Poner el trapo a secar.


¿Existe acaso algo mejor que pintar con colores?



No todo en la vida es de un color o de otro. Miren sino el arco iris.


= Paulo Coelho=


miércoles, 10 de octubre de 2007

Posible, deseable, realizable.






Esto va para ti, para ti pequeño que sin darnos cuenta y pasando malos momentos juntos, acabamos más unidos que nunca. A ti pequeño, que aunque te vea poco siempre te tengo presente. A ti pequeño, porque espero que siempre cuentes conmigo. Porque quien nos diría que unos edificios viejos rodeados de tanto cesped serían el lugar donde nacería nuestra amistad.




Y va para ti, porque sé que me lees y en ocasiones me entiendes mejor que nadie por poco que te diga. Porque aunque intente vivir mi vida de otra manera, siempre me quedo en un segundo plano por gente como tu, por gente que vale la pena.




Hoy Campanilla se sintió llena manchando sus manos de pintura. Hoy se sintió feliz reviviendo esa infancia que nunca tuvo. Hoy es más Campanilla que nunca, con o sin Peter Pan, que más da ya. Pero que poco duran los mejores momentos.




Se siente confundida, aturdida y es que siempre en pleno vuelo le salen al paso obstáculos. Con lo fácil que sería formular la pregunta y salir de dudas, pero de nuevo el miedo apaga el aleteo de sus alas. Y posiblemente sea una cobarde que prefiere vivir de un posible que descubrir que no existe posibilidad.




Y es que a pesar de no conocer la inocencia, le encanta vivir de sueños. Porque piensa que todos son posibles, porque son deseables y porque no también, realizables. ¿Acaso no es posible que ella sea feliz? ¿Acaso no es deseable que ella fuese feliz? ¿Acaso no es realizable su felicidad?



A veces Campanilla quiere beber hasta olvidar, olvidar para siempre muchas cosas que la bloquean ante la posibilidad de ser por fin libre y feliz.



¿Por qué ya no existen las noches en las que vomitar penas ante la pantalla era su salvación? ¿Por qué ya no hay nadie que aguante sus resacas de tristeza? ¿Por qué se acabó antes de comenzar? ¿Por qué hay cosas que nunca comienzan?

lunes, 24 de septiembre de 2007

Campanilla vs. Peter Pan






Cuantos matices y colores se necesitan descubrir hasta decidir que uno debe lanzarse a la aventura.



En qué momento surgen cosas que nadie pensó jamás. En qué lugar nació la magia, si es que existe entre nosotros.



Cuándo te convertiste en Peter Pan y yo en Campanilla... cuándo la realidad superó a la ficción.



Preguntas, que no dudas... inquietudes que no miedos... que me gustaría resolver cuanto antes para poder volar y si me dejas, cubrirte con polvo de hada para que vueles conmigo.



Sin miedos, sin ataduras, ni compromisos eternos. Sólo una promesa, que lo que en un comienzo nos unió jamás se pierda.



Que sigas sonriendo cuando me miras, que me hagas sonreir cuando te miro. Que exista la complicidad que siempre hemos tenido.



Campanilla quiere decidir, tomar las riendas de su vida, quiere sentirse parte de todo lo que le afecta.



Pero sobre todo, Campanilla quiere que seamos felices.



Por mi, y por ti.




viernes, 20 de julio de 2007

Un paso atrás



Ella eligió desnudarse en la noche equivocada. No esperaba palabras de admiración ante su desnudo, pero tampoco de desprecio. Estaba acostumbrada a desnudarse ante su espejo... lo había hecho en tantas ocasiones... pero aquella no era la noche, aquella no era su noche.




Ella se culpa de no haber sabido elegir la noche adecuada, o tal vez no era la ocasión para desnudarse. Lo apropiado habría sido posar vestida con algún disfraz, el de mujer feliz habría estado bien.




Aún sabiendo que la culpa es de ella, sabe que su espejo no es el de siempre. Ya no siente el calor que desprende el vidrio templado... ahora siente su tacto frío. Ya no se siente ella cuando se pone frente a él. Se mira y recibe una imagen de ella distorsionada al antojo de su espejo, que aunque es el de siempre... no es como siempre.




Algo ha cambiado, el espejo en el que antes podía mirarse sin miedo ya no es aquel que con tanto cariño eligió para mirarse. Tal vez lo haya descuidado mirándose su ombligo. Tal vez nunca debió de desnudarse ante el.




Así que con mucha tristeza y lágrimas de rabia se viste, se cubre. Una capa de ropa... y otra... y otra... hasta no dejar ni un centímetro de su piel al descubierto. Sólo deja ver sus ojos, una mirada fría. Y da un paso atrás alejándose, huyendo... para evitar que su espejo se rompa en mil pedazos y pueda arañarla.

domingo, 3 de junio de 2007

De amistad, colores, musas y todo lo demás


Alguien me dijo, que hay que buscar las cosas divertidas de la vida, que las malas ya se muestran solas. Y cuanta razón lleva. Aunque yo creo que en realidad las cosas divertidas nos ocurren más veces de las que nos paramos a verlas, pero parece ser que las malas se convierten en el centro de atención, y en muchas ocasiones en el centro de nuestras vidas.


Por eso todas las mañanas una se levanta intentando ver lo positivo de la vida, que es más satisfactorio y menos dañino. Y en ocasiones se olvida, y acabas ahogando las penas frente al monitor... vomitando palabras hasta quedar hueca y sentir que ya no queda nada que contar. Y últimamente, a pesar de ver la vida con optimismo, no puedo evitar empinar el codo y beber de mis penas, acabando en un estado de lamentaciones varias sin llegar a la autocompasión.


Dicen que en en estados de embriaguez, uno recurre a sus amigos. Pues cuando me encuentro con un elevado grado de penas en sangre, últimamente recurro a una persona. Y ya se sabe que en estos momentos de embriagadez, tiende a exaltarse la amistad. Pues en plena exaltación de la amistad me encontraba yo una noche cualquiera cuando me atreví a dar las gracias por sentirme escuchada.


Y entonces pasa lo que nunca te esperas, que esa persona te plantea una hermosa reflexión que una no sabe si la emociona por su alto grado de penas en sangre, o porque realmente es una reflexión conmovedora. Y tras descansar un rato, una vuelve a leerlo y asume que es una reflexión realmente bella sin necesidad de ninguna pena de por medio.


Fue en ese preciso instante cuando pensé en hacer una reflexión, una reflexión propia sobre cuadros, pínceles y paleta de colores, pero me parecía injusto y pensé que ninguna reflexión mía podría ser tan hermosa y espontánea como la que aquella noche me regaló una persona. Por ello, os invito a leerla a continuación, y que no os dejéis engañar por la breve extensión que aparenta, pues os dejará infinitamente llenos.


"Te escucho porque eres tu, porque eres una vida, y como un cuadro, tienes tantos matices y colores, que descubrirlos todos puede ser una gran aventura, pero como toda aventura, no todo es accion, romance, drama, comedia o ciencia ficcion, lo divertido de esta aventura es que pueden surgir cosas que nunca nadie a visto jamás y como en un truco de magia, antes de que la curiosidad te invada, tienes esa sensacion de que en la vida existe la magia"
=Peter Pan=



Discusiones a parte de quien fue musa de quien, es decir, de quien fue la inspiración de quien para plantear esa reflexión y escribir este texto, aquí os lo dejo tal cual lo escribió él, tal cual lo escribí yo.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Adiós dulce compañera


Y por fin hoy me atrevo a decirte que ya no me interesas, que ya no te quiero, que eres dañina para mi mente y mi cuerpo. Que ya no estoy dispuesta a complacer tus caprichos, a satisfacer tus deseos y aguantar tus malos momentos.

Ya está bien de ser alfombra de aquellos que no se merecen absolutamente nada de ti. Porque te utilizan, te engañan, te miente y te hieren. Y tu sin embargo les haces sentirse útiles, les hablas con sinceridad y les amas. Es hora de equilibrar la balanza.

Y no es que seas mala, es que no sabes más que hacer daño, sin buscarlo ni quererlo, pero ello no te exculpa de tus actos. A veces no eres consciente del daño que provocas en aquellos que te quieren, y cuanto placer das a aquellos que no te merecen. Y sin embargo a mi, que te lo di todo... para mi no existen más que malas palabras, malos gestos y más recriminaciones.

Pues llegó mi momento, el momento en que me atrevo a mirarte a la cara y decirte que ya no te quiero junto a mi. No es que te odie, pero no puedo amar a quien sólo me hirió. No es que te deteste, es que no me apetece verte. No es que no me gustes, es que tu presencia me repele.

Me da igual si soy valiosa o no, pero desde luego inservible no soy, por mucho que tu te empeñases en hacerme ver lo contrario. Y no es que lo hagas con conocimiento de causa, pero con cada una de tus palabras y cada uno de tus actos no haces más que decirme que no valgo nada ni sirvo para nada. Sólo sirvo para ser tu paño de lágrimas, tu muñeca de trapo... la muñeca que tiras contra la pared cuando todo te va mal, la muñeca de trapo que abrazas con fuerza hasta asfixiarla cuando lloras... la muñeca de trapo que miras con odio cuando no hace lo que tu quieres.

Y es que nunca aprendiste ni aprenderás a ver que en la vida hay matices. Matices que son lo importante de la vida. Pero tu sólo sabes mirar a través de tus ojos en blanco y negro. Sin importar lo que vean los ojos de los demás. Sin importar los grises. Y es que nunca te enteraste de que hoy no puede ser blanco y mañana negro sólo porque tu lo quieras. Ni hoy puede ser negro y mañana blanco porque a ti te apetezca. No pequeña no, existen los grises y existen los colores, por mucho que tu quieras vivir tu vida en blanco y negro porque deseas estar triste. No pequeña no, existen más miradas que las tuyas para ver la vida, y la tuya no es la única ni desde luego la más importante.

Quizás la culpa sea mía, que te deje crecer sin ponerte límites. Quizás. Quizás sea lo que tu querías, que yo vuelva a culparme de lo mala que ha sido tu vida y de lo poco que hice para hacerla mejor.


Y finalmente consigues que te pida perdón. Perdóname, porque esta vez voy a darte la espalda para siempre y no pienso volver.

lunes, 14 de mayo de 2007

Contra el muro



Hoy no quiere mirarse frente al espejo, el cansancio le pesa, se siente agotada. Hoy mira hacia la pared, nada suena en su interior. La monotonía ha llegado hasta ella, y acampa a sus anchas por todo su cuerpo, sin dejar lugar a música alguna que mueva sus sentimientos. Y es que es tan pesada la monotonía...
A cada paso que da parece levantarse un muro delante de si, a cada paso que intenta retroceder da de bruces con otra pared que antes no estaba ahí. Se encuentra bloqueada en el presente, no puede soñar con el futuro ni sentir nostalgia por el pasado.
Necesita salir, necesita saltar el muro, elevarse sobre él. Necesita alas. Y no las encuentra, recuerda vagamente haber tenido unas, pero no sabe donde quedaron tras su último salto de obstáculos. Quizás necesite unas nuevas, quizás se deshizo de las viejas... quizás no necesite saltar ese muro, quizás son demasiados quizases.
Desea encontrar su espejo ¿quién lo descolgó de la pared? Desea vibrar con la música ¿quién tapó sus oidos? Y entre deseo y deseo, desea ser deseada. Desea que alguien la mire a través del espejo, desea que alguien cante para ella, desea bailar y contonearse ante alguien.
Anhela sentirse única y radiante, anhela con gran ahínco encontrar el zapato donde pisar con su pie. Y piensa poner empeño en ello, voluntad no le falta, aunque tal vez si le falte constancia. Aunque quizás no merezca ser deseada por nadie ¿quién es ella? ¿acaso vale algo?
Y de nuevo se encuentra frente al muro, contra el muro de su propia intolerancia. Contra el muro que ella misma construyó sobre firmes convicciones de inseguridades y miedo.