miércoles, 23 de mayo de 2007

Adiós dulce compañera


Y por fin hoy me atrevo a decirte que ya no me interesas, que ya no te quiero, que eres dañina para mi mente y mi cuerpo. Que ya no estoy dispuesta a complacer tus caprichos, a satisfacer tus deseos y aguantar tus malos momentos.

Ya está bien de ser alfombra de aquellos que no se merecen absolutamente nada de ti. Porque te utilizan, te engañan, te miente y te hieren. Y tu sin embargo les haces sentirse útiles, les hablas con sinceridad y les amas. Es hora de equilibrar la balanza.

Y no es que seas mala, es que no sabes más que hacer daño, sin buscarlo ni quererlo, pero ello no te exculpa de tus actos. A veces no eres consciente del daño que provocas en aquellos que te quieren, y cuanto placer das a aquellos que no te merecen. Y sin embargo a mi, que te lo di todo... para mi no existen más que malas palabras, malos gestos y más recriminaciones.

Pues llegó mi momento, el momento en que me atrevo a mirarte a la cara y decirte que ya no te quiero junto a mi. No es que te odie, pero no puedo amar a quien sólo me hirió. No es que te deteste, es que no me apetece verte. No es que no me gustes, es que tu presencia me repele.

Me da igual si soy valiosa o no, pero desde luego inservible no soy, por mucho que tu te empeñases en hacerme ver lo contrario. Y no es que lo hagas con conocimiento de causa, pero con cada una de tus palabras y cada uno de tus actos no haces más que decirme que no valgo nada ni sirvo para nada. Sólo sirvo para ser tu paño de lágrimas, tu muñeca de trapo... la muñeca que tiras contra la pared cuando todo te va mal, la muñeca de trapo que abrazas con fuerza hasta asfixiarla cuando lloras... la muñeca de trapo que miras con odio cuando no hace lo que tu quieres.

Y es que nunca aprendiste ni aprenderás a ver que en la vida hay matices. Matices que son lo importante de la vida. Pero tu sólo sabes mirar a través de tus ojos en blanco y negro. Sin importar lo que vean los ojos de los demás. Sin importar los grises. Y es que nunca te enteraste de que hoy no puede ser blanco y mañana negro sólo porque tu lo quieras. Ni hoy puede ser negro y mañana blanco porque a ti te apetezca. No pequeña no, existen los grises y existen los colores, por mucho que tu quieras vivir tu vida en blanco y negro porque deseas estar triste. No pequeña no, existen más miradas que las tuyas para ver la vida, y la tuya no es la única ni desde luego la más importante.

Quizás la culpa sea mía, que te deje crecer sin ponerte límites. Quizás. Quizás sea lo que tu querías, que yo vuelva a culparme de lo mala que ha sido tu vida y de lo poco que hice para hacerla mejor.


Y finalmente consigues que te pida perdón. Perdóname, porque esta vez voy a darte la espalda para siempre y no pienso volver.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hm... duro y en primera persona. Ha debido hacerte mucho daño, ¿no?

[Silver|Bullet]

Anónimo dijo...

Mátala.

Pero hasta el final.


[N]


:****

noe dijo...

En serio alguien te ha hecho tanto daño??

Désirée dijo...

Quizás no sea alguien, sino algo...como una enfermedad, por ejemplo?

Deluxe dijo...

Hija, pero ¿y lo bien que te has quedado y el peso que te has quitado en encima?

Anónimo dijo...

Siempre cometemos el mismo error. Damos la vida por la persona que mas amamos y nos pagan de tal manera que nos dejan sin ganas de seguir amandolas.
Pero sabes algo..?? Me di cuenta de que el amor en realidad no existe. Es una farza total por que si realmente fuera verdad en estos momentos mi alma estaria dentro de mi y no vagando, buscandolo.
Cuidate!

Anónimo dijo...

Los límites puestos matan el amor, el amor se limita así mismo para no dañar, yo tambien creia que yo no habia puesto mis límites, no es así, ella no me amaba.